Cursos especializados en Fisioterapia

La fisioterapia (del griego φυσις physis, ‘naturaleza’, y θεραπεία therapéia, ‘tratamiento’) es una rama de las ciencias de la salud que utiliza los agentes físicos (elementos naturales) para restaurar la función una vez perdida o evitar que se pierda en individuos o poblaciones.

Como profesión sanitaria y universitaria está centrada en el movimiento y la función humanos y en maximizar su potencial. Se sirve de técnicas físicas para favorecer, mantener y restaurar el bienestar físico, psicológico y social, teniendo en cuenta las variaciones en el estado de salud. Es decir, tiene en cuenta la globalidad del paciente en el tratamiento.

Por tanto estamos hablando de tratamiento mediante la naturaleza o terapia natural centrada en el movimiento. El movimiento es un elemento esencial de la salud y el bienestar, y depende de la función integrada, coordinada del cuerpo humano a distintos niveles. El movimiento es útil y se ve afectado por factores internos y externos. La fisioterapia se dirige a las necesidades de movimiento.

Esta idea de agentes físicos, movimiento, naturaleza, lógicamente no es nueva. En la antigüedad siempre se han usado técnicas físicas: masajes, hidroterapia, gimnasia, el sol etc. Para algunos Hipócrates fue realmente el padre de la fisioterapia.

Desarrolló muchos tratamientos centrados en el movimiento como masajes, tracciones, manipulaciones, correcciones posturales dentro de su filosofía “ayudar a la naturaleza” de forma que se convertía en un facilitador de medios naturales para lograr la auto curación del cuerpo (Vis Naturalis Medicatrix). Y la fisioterapia no es más que todo esto recogido en profesionales sanitarios y una formación científica para más seguridad de los pacientes. Pero el fin sigue siendo el mismo, aunque actualmente disponemos de mucha más información.

La fisioterapia posee una base científica, está comprometida con la extensión, aplicación, evaluación y revisión de las evidencias (pruebas científicas) que la sustentan. Por lo tanto se basa en la mejor evidencia científica y en la evidencia clínica (experiencia clínica) utilizadas mediante un juicio clínico. Esto es más importante que las técnicas usadas, sin ello, sólo se aplicarían técnicas sin tener en cuenta el verdadero problema del paciente. Esto garantiza una mejor orientación del diagnóstico y evita que el tratamiento se aplique según unas determinadas creencias y busque el problema real del paciente.

Algunas definiciones de Fisioterapia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define en 1958 a la fisioterapia como:

La ciencia del tratamiento a través de: medios físicos, ejercicio terapéutico, masoterapia y electroterapia. Además, la Fisioterapia incluye la ejecución de pruebas eléctricas y manuales para determinar el valor de la afectación y fuerza muscular, pruebas para determinar las capacidades funcionales, la amplitud del movimiento articular y medidas de la capacidad vital, así como ayudas diagnósticas para el control de la evolución.

Organización Mundial de la Salud

La Confederación Mundial por la Fisioterapia (WCPT) en 1967 define a la Fisioterapia desde dos puntos de vista:

Desde el aspecto relacional o externo, como “uno de los pilares básicos de la terapéutica de los que dispone la Medicina para curar, prevenir y readaptar a los pacientes; estos pilares están constituidos por la Farmacología, la Cirugía, la Psicoterapia y la Fisioterapia”.

Desde el aspecto sustancial o interno, como “Arte y Ciencia del Tratamiento Físico, es decir, el conjunto de técnicas que mediante la aplicación de agentes físicos curan, previenen, recuperan y readaptan a los pacientes susceptibles de recibir tratamiento físico”.

Las técnicas de la Fisioterapia

Una de las técnicas físicas más conocidas y características para restaurar la función a través del movimiento es la terapia manual (masajes, movilizaciones y manipulaciones articulares, neurales, aparato respiratorio, linfáticas, fasciales, puntos gatillo, etc.). Pero hay muchas más técnicas, como el ejercicio terapéutico, educación terapéutica, reeducación postural, punción seca (uso de agujas) y un largo etcétera. Además se pueden usar distintos tipos de corrientes eléctricas, láseres, animales, el clima, el sol u otras energías que puedan ayudar como parte de un tratamiento.

Cuando hablamos de terapias manuales o uso de las manos como terapia siempre se piensa en un masaje pero realmente es cualquier actuación con la mano en cualquier problema de salud. Por tanto se puede usar en pacientes con problemas del aparato respiratorio, ginecológicos, vasculares etc.

Con el ejercicio terapéutico ocurre igual, se puede prescribir para un problema traumatológico como un esguince, pero también en pacientes con dolencias cardiacas, neurológicas, etc. Se usan técnicas en piscinas, técnicas de estabilidad, equilibrio, máquinas o mecanoterapia, integración de Yoga, Pilates o cualquier tipo de movimiento que induzca a la mejora del paciente.

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